Quantcast
Channel: Paisaje – ambientologosfera
Viewing all 144 articles
Browse latest View live

La naturaleza en las ciudades: tratamiento para el bienestar de las personas

$
0
0

Publicado en: Comunidad ISM » Blogs por gdelafte. Texto original

Hay un conjunto de evidencias que muestran que la naturaleza, a través de los paisajes naturales, tiene un profundo efecto en la salud y el bienestar de las personas. Es así que conectarse con la naturaleza puede restablecer la atención cognitiva, mejorar la presión arterial y la autoestima, apoyar los comportamientos proambientales, disminuir los síntomas del trastorno por déficit de atención y mejorar la resiliencia comunitaria.

El contacto con la naturaleza es una herramienta efectiva de “promoción de la salud” humana. Es decir, es útil en la prevención de afecciones de salud mental. Los estudios han demostrado que la exposición a entornos naturales mejora nuestra capacidad de recuperación del estrés, enfermedades y lesiones, y proporciona una amplia gama de beneficios sociales, psicológicos y fisiológicos. En nuestras ciudades, se ha descubierto que una conexión con la naturaleza es una parte vital, aunque a menudo inconsciente, del ser humano.

A mediados del siglo XIX se formó un consenso no solo sobre el poder curativo de la naturaleza, sino también sobre el tipo de paisaje que mejor conseguía tal cometido. Se consideraba que los paisajes de diseño naturalista tenían mayores efectos benéficos que los geométricos, ya que de esa manera ofrecían un respiro al rígido trazado urbanístico confinante, típico de ciudades como Nueva York.

En ese contexto nace el concepto de los paisajes terapéuticos (o jardines terapéuticos) son entornos diseñados paisajísticamente de calidad que generan efectos positivos en la salud de las personas. El término “terapéutico” se basa en su raíz, terapia que significa el tratamiento enfermedades ya sean físicas o psicológicas. Los fundamentos de la curación mediante el diseño se relaciona estrechamente con el tema del estrés, como el alivio del estrés ayuda a reforzar el sistema inmunológico y estimula la tendencia natural de curación del cuerpo.

No olvidando que el poder curativo de los paisajes terapéuticos ha sido reconocido por siglos en Japón. Los jardines son tradicionalmente lugares de armonía, belleza y paz. Simplemente mirando a un jardín japonés está clínicamente probado que puede mejorar el estado de ánimo y la salud cardiovascular.

Por lo tanto, un paisaje terapéutico tiene que proporcionar una experiencia multi-sensorial con flores de colores, diferentes tonos y texturas de verdes, vistas incomparables, sonidos del agua relajante, elementos que atraen a pájaros y mariposas, fragancias y hierbas ornamentales que se mueven con la brisa más leve del aire.

Además, los paisajes naturales o los paisajes terapéuticos no solo tienen una influencia particularmente positiva en la salud y el bienestar de los personas; sino también por los atributos y vivencia que evocan en las personas. Por cuanto, no solo es relevante el atractivo visual, sino también los significados y actividades asociadas quedan forma a una “identidad y carácter del paisaje producto de las experiencias e interacciones personales y colectivas con importantes implicaciones emocionales y en la calidad de vida percibida del entorno en donde el conocimiento tradicional y las costumbres crean un sentimiento de pertenencia.

Junto con las consideraciones de identidad y carácter del paisaje podemos aproximarnos a resaltar las complejas relaciones ecológicas de los paisajes con las personas. Los servicios ecosistémicos proporcionados por la naturaleza contribuyen al mantenimiento del bienestar humano tanto directamente, al proporcionar alimentos nutritivos y agua limpia; al regular las enfermedades y el clima; al apoyar la polinización de los cultivos y la formación de suelo e indirectamente recreativos, culturales y espirituales.

El auge del turismo en todo el mundo no es un hecho caprichoso sino, en parte, tiene sus raíces con fines terapéuticos. El turismo en áreas naturales (interior y costa) atrae mundialmente a millones de turistas que buscan paisajes agradables, de alto valor escénico, bien organizados, contacto con la vida silvestre y experiencias distintas para reconectar con naturaleza.

De igual forma, la mayoría de las actividades recreativas pueden considerarse formas de “terapia” frente a los hábitos hiperactivos actuales; si consideramos las razones por las cuales se crean los espacios verdes urbanos, eventualmente debemos reconocer que más allá de la simple necesidad de belleza escénica, las características de estos espacios brindan un tratamiento psicológico para soportar el estrés de vivir en las ciudades.

En 1982, el Ministerio japonés de Agricultura, Silvicultura y Pesca acuñó el término “shinrin yoku”, literalmente “absorber la atmósfera del bosque”, para describir la práctica de caminar por el bosque para la salud. Un ejercicio suave y regular, a lo menos 15 minutos diarios, tiene beneficios en la salud reales y duraderos. Por ejemplo, mejora la creatividad, potencian las funciones inmunes debilitadas para prevenir enfermedades, ralentiza el pulso, baja la presión arterial, y aumenta la variabilidad de la frecuencia cardíaca en respuesta al estrés de maneras saludables.

paisaje

En resumen, el gran reto es comprender que los paisajes terapéuticos y las áreas naturales involucran complejos conexiones entre elementos físicos, mentales, emocionales, espirituales, sociales y de salud con las personas.

Considerar estas cuestiones y hacer uso de esta información resultan útiles para acotar las distancias entre las personas y la naturaleza que las ciudades han anulado.

Cualquier estrategia de planificación del paisaje a escala urbana debe proveer a los ciudadanos la accesibilidad a una red interconectada de espacios naturales y verdes de calidad que briden oportunidades de conectarse con la naturaleza por medio de una variedad de actividades como caminar, andar en bicicleta, correr, patinar, socializar, etc. con el fin de mantenerse activos física y espiritualmente y permanecer socialmente conectados y así disminuir el riesgo de aburrimiento, soledad y aislamiento.

Gonzalo de la Fuente Val es docente en el curso Paisaje e Intervención Ambiental del Instituto Superior del Medio Ambiente, en el que se facilitan herramientas que ayudan a poner en valor los espacios naturales y urbanos así como normativas e instrumentos legales de gestión, ordenación y protección del paisaje que permitan dar respuesta a la cada vez mayor demanda del mercado de profesionales con formación integral en este campo.

Pero, sobre todo, ofrece un marco de referencia teórico y práctico que ayude a leer el paisaje, interpretando sus cualidades sensibles, reflexionando que opciones son las más idóneas e investigando novedades y aportando vuestras propias soluciones meditadas, razonadas y publicadas…

Referencia: Red de Paisajes Terapéuticos (https://healinglandscapes.org/)

Puedes leer y comentar el artículo completo en Comunidad ISM » Blogs


Nos han secuestrado el paisaje

$
0
0

Publicado en: Comunidad ISM » Blogs por gdelafte. Texto original

Tan imprevisto como sorpresivo nos han secuestrado el paisaje; tuvimos que dejar nuestras calles, los parques y el monte. Ya nadie disfruta de los bosques, del aroma de las flores, ya nadie aprecia las flores amarillas, blancas, rojas de las rotondas; ya nadie camina por las praderas ni los balones golpean los arbustos de las plazas. La verde y floreada alameda se funde en el horizonte de una playa desolada.

Calles grises se adueñan de los rincones de la ciudad; la melancolía impregna cada centímetro del anochecer con dolorosa amargura de la incertidumbre y de vez en cuando alguna persona cruza la calle medio escondida e insegura.

Miramos el paisaje desde nuestras terrazas y ventanas; nos acercamos cada mañana buscando un rayo de sol, una brisa o unas gotas de lluvia que golpeen nuestros rostros; a lo lejos escuchamos las palpitaciones del paisaje a través del canto de los pájaros que nos dicen que la naturaleza está ahí.

Nunca hemos sentido que tan vital es la naturaleza en nuestras vidas; la dureza del confinamiento nos muestra que la tranquilidad y frescura de la arboleda; del rio febril es un remanso para todos. Para tan complejas, dispares ciudades en que vivimos.

Ah si pudiera elegir mi paisaje
elegiría, robaría esta calle,
esta calle recién atardecida
en la que encarnizadamente revivo
y de la que sé con estricta nostalgia
el número y el nombre de sus setenta árboles
.

(Elegir mi paisaje, Mario Benedetti 1920-2009)

No es menos cierto, que más temprano que tarde recuperaremos la libertad y volveremos a recorrer nuestros paisajes y lugares comunes. Abrazándolos con ímpetu, alegría y, cierto, alivio después de la tormenta.

nos han robado el paisaje

Al retornar al paisaje, es insoslayable re-pensar los modos de relacionarnos con la naturaleza, hemos vivido en un paisaje afiebrado. Al cual con inusitada soberbia le hemos dado la espalda.

El destino de nuestros paisajes merece una amable mirada, reconociendo que no hemos sido en nuestro imaginario víctimas sino carcelarios de una naturaleza enferma. El paisaje maltratado, abandonado a su suerte, ha reclamado con dureza unos minutos de atención.

Nos ha citado a la hora de la verdad, sin sospechas de nuestra fragilidad, sin elección y duda posible; donde todos los pasos son inciertos el paisaje se muestra abierto, en silencio el seno de la naturaleza, hacia un cambio sin matices y, menos aun, sin vacilación de uno mismo.

Si quieres cambiar el mundo, empieza por cambiar tú primero”.

(M. Ghandi, 1869 – 1948)

Después de todo, cerraremos las puertas del pasado aprendiendo que los paisajes tienen alma, las raíces del futuro se tejen en nuestras manos; anhelando no volver a estar encarcelados contemplando atardeceres desde la ventana; en donde todo se va borrando, todo desaparece en el follaje de los arboles.

Gonzalo de la Fuente Val es docente en el curso Paisaje e Intervención Ambiental del Instituto Superior del Medio Ambiente, en el que se facilitan herramientas que ayudan a poner en valor los espacios naturales y urbanos así como normativas e instrumentos legales de gestión, ordenación y protección del paisaje que permitan dar respuesta a la cada vez mayor demanda del mercado de profesionales con formación integral en este campo.

Puedes leer y comentar el artículo completo en Comunidad ISM » Blogs

Asedio al paisaje: Pérdida de un recurso

$
0
0

Publicado en: Comunidad ISM » Blogs por gdelafte. Texto original

El paisaje es un recurso natural, cualquier alteración o explotación del mismo, lleva consigo inevitablemente  su modificación de mayor o menor significación. Es un recurso que bien gestionado y conservado es un reclamo turístico de primer orden. Lo que hace que sea una pieza clave como motor desarrollo rural en muchos sitios del mundo, incluido España.

Alquézar

Pueblo de Alquézar

Cuando hablamos desarrollo rural de calidad y paisaje, es inevitable mencionar la villa Medieval de Alquézar, ubicada en el corazón del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, a orillas del río Vero en la comarca del Somontano de Barbastro (Huesca). Un pueblo perfectamente conservado, con un laberinto de callejuelas y una colegiata que fue fortaleza musulmana que la hace aún inexpugnable, para darle porte monumental.

Además de la colegiata de Santa María, declarada monumento nacional en 1931, en Alquézar se pueden contemplar pinturas prehistóricas en sus más de sesenta abrigos y es uno de los principales refugios de flora y fauna de Europa. Pudiendo observar fácilmente quebrantahuesos, buitres, milanos, halcones o alimoches.

Desde 2015 forma parte de la Asociación de Pueblos más bonitos de España

Desde 2015 forma parte de la Asociación de Pueblos más bonitos de España. Esta situación no es casual, sino responde a una visión de futuro que deseaba recuperar su orgullo. En los años 80 estaba condenada a la despoblación y olvido siendo el pueblo más envejecido de Aragón y uno de los más envejecidos de España. Se estableció un plan director a lo largo de 12 años que consiguió rehabilitar en torno a 70 fachadas. Todavía se sigue trabajando en mejorar el núcleo, ya que quedan unas 40 fachadas de viviendas por restaurar. Hoy es visitada por 240.000 turistas, según el observatorio turístico del Somontano, amantes de la historia, el senderismo y las actividades deportivas de aventura.

La belleza e integridad paisajística de Alquézar radica en la inteligencia de sus gentes en poner en valor su patrimonio natural y cultural. Cuando Alquézar recibió la distinción de ser uno de los Pueblos más bonito de España, el presidente de la Diputación Provincial de Huesca y alcalde de Barbastro, Antonio Cosculluela expresó que: “un pueblo es lo que quieren ser sus vecinos y la evolución ha sido permanente. Han sabido conservar su legado y mejorarlo como elemento de desarrollo turístico”.

La fragilidad visual del paisaje de Alquézar obliga responsabilidad y no cualquier actividad o servicio turístico es plausible de ejecutar en los lugares tan singulares. Por tal motivo, el proyecto de construir una mega tirolina de 2,5 kilómetros sobre el cañon del Vero, promovido por la empresa Fun Canyon S.L., no cuenta con el visto bueno del departamento de medio ambiente del Gobierno de Aragón. El informe del organismo público concluye que la instalación “resulta desfavorable e incompatible con la adecuada conservación del patrimonio natural“.

El proyecto contempla la instalación de una importante infraestructura que cruzaría el barranco del Vero desde las inmediaciones de la ermita de San Antón (a la entrada del municipio) hasta la partida denominada Viñamatriz. Aproximadamente tendría unos 2,5 kilómetros de recorrido, una de las más grandes de España.

Siete son los motivos que se esgrimen para desestimar esta iniciativa:

  1. Impactos adversos significativos sobre varias especies de fauna amenazada que anidan en la zona como quebrantahuesos, alimoche, milano real, águila – azor perdicera, chova piquirroja, entre otras. “El proyecto no favorecerá su presencia o su recuperación”.
  2. La tirolina es incompatible con los objetivos y directrices del plan de recuperación y conservación del quebrantahuesos y el águila – azor perdicera.
  3. El proyecto “no contribuye a la mejora de su hábitat que permita la recuperación y expansión de estas especies de avifauna” en un entorno protegido con la catalogación de ZEPA.
  4. La iniciativa choca con el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Parque de la Sierra y Cañones de Guara ya que genera “impactos ecológicos o paisajísticos“.
  5. La ubicación de la infraestructura en una de las zonas con mayores valores paisajísticos, ambientales y culturales declarada con figuras de protección como Parque Natural, Parque Cultural, Red Natura 2000, Patrimonio de la Humanidad o Conjunto Histórico.
  6. La creación de puestos de trabajo, entre 4 o 5 según los promotores, “no compensa la afección ambiental y paisajística ya que el municipio de Alquézar roza el pleno empleo y que los ingresos pueden no ser suficientes si las administraciones tienen que asumir costes para facilitar la actividad como mejoras de accesos, ampliación de aparcamiento, etc.”.
  7. El último argumento esgrimido es la gran contestación social que generó, empezando por el ayuntamiento, así como por asociaciones, ecologistas, y entidades vinculadas a la defensa del patrimonio.

Alquézar no es un hecho aislado. Recientemente, conocemos como el proyecto de granja de 4.200 cerdos asedia el histórico castillo de Gormaz (Soria). La sociedad civil se opone a la instalación porcina proyectada en la visual del acceso principal (puerta califal) y a menos de dos kilómetros.

Castillo de Gormaz, en Soria

El castillo de Gormaz, fue la fortaleza islámica califal más grande de Europa ―alcanza más de un kilómetro de perímetro―, que cristianos y musulmanes se disputaron durante dos siglos. Construido en el siglo IX para apoyar estratégicamente a la inexpugnable Medinaceli, cuenta con 28 torres armadas con almenas y saeteras.

castillo gormaz

Castillo de Gormaz

La evaluación de impacto ambiental afirma que la granja no alteraría el paisaje común del entorno: “Es un paisaje alterado por la acción del hombre, debido a su uso agrícola, sin destacar variaciones dominantes ni contrastes impactantes”. Justo lo contrario de lo que sostiene el Plan Regional de Ámbito Territorial del Valle del Duero, que define una serie de Áreas de Ordenación del Paisaje (AOP) con un régimen específico de protección, gestión y ordenación. En la que se inscriben el castillo de Gormaz y su entorno, donde se ubicaría la granja.

Luis Morales, arquitecto y miembro de la Asociación Soriana de la Defensa de la Naturaleza (Aseden), nos recuerda que el entorno del castillo es “plenamente agrícola ―campos de cultivo y bosques― y muy parecido al que podría tener en la Edad Media, cuando se construyó Gormaz”. “Meter un complejo industrial de unas enormes dimensiones, que es lo que pretenden para albergar a más de 4.000 cerdos, es una barbaridad. Rompe el paisaje desde la misma puerta califal, la que se reproduce tanto turísticamente”. Morales también destaca que la Junta de Castilla y León elaboró el Libro Blanco de los Enclaves Territoriales de Interés Cultural (ETIC), que seleccionó 111 lugares por su interés cultural o patrimonial. Gormaz está entre ellos.

Estos dos ejemplos nos muestran el asedio al paisaje. Nadie se opone al desarrollo económico rural que genere puestos de trabajo y arraigo social pero ello no debe atentar contra el patrimonio natural y cultural de los territorios. El paisaje es un recurso frágil que se debe gestionar con inteligencia territorial preservando el legado natural y cultural de los lugares excepcionales articulado con actividades económicas que no pongan en riesgo aquello que lo hace único.

En el curso Paisaje e Intervención Ambiental del Instituto Superior del Medio Ambiente veremos en detalle herramientas para valorar la calidad visual del paisaje así como la normativa e instrumentos legales que se le aplican como las herramientas de gestión, ordenación y protección que permitan dar respuesta a la cada vez mayor demanda del mercado de profesionales con formación integral en este campo.

Pero, sobre todo, ofrecer un marco de referencia teórico y práctico que ayude a leer el paisaje, interpretando sus cualidades sensibles, reflexionando que opciones son las más idóneas e investigando novedades y aportando vuestras propias soluciones meditadas, razonadas y publicadas.

Puedes leer y comentar el artículo completo en Comunidad ISM » Blogs

Hacia una naturaleza participativa: Reconectando con nuestros paisajes ordinarios

$
0
0

Publicado en: Comunidad ISM » Blogs por gdelafte. Texto original

La mayoría de nosotros no vivimos en paisajes emblemáticos de aquellos de revistas y postales sino, más bien, en ordinarios. Estos paisajes denominados comúnmente como ordinarios, cotidianos según Francesc Muñoz (director del Máster Internacional en Intervención del Paisaje y Gestión del Patrimonio), implican a “casi todos los lugares en los que vivimos la mayoría de las personas”, pues están emplazados entre los núcleos urbanos y las áreas protegidas que carecen de excepcionalidad, en el sentido clásico de contener un valor universal y único.

Al ser paisajes que carecen de valores extraordinarios, permanecen indiferentes para las entidades públicas dejándolos vulnerables a la acción humana. Sin embargo, son los verdaderos paisajes vividos; es decir aquellos en los cuales se siente identificada la sociedad y los que contribuyen al mantenimiento de esa identidad.

Parte de la desdicha de los paisajes ordinarios se agudiza por la baja afectividad de las personas con el  entorno. Expresado de un modo simple “Uno de los mayores problemas del paisaje es la indiferencia de las personas. El desencuentro entre el objeto-sujeto generando comportamientos incívicos por parte de algunos sectores de la población con el medio ambiente producto de la falta conexión de la gente con su entorno”.

paisaje común

En ese orden de circunstancias es pertinente recordar las palabras de M. Fukuoka, (1913-2008) agricultor y filosofó japonés: “La gente ya no pone los pies en la tierra pelada. Sus manos se han alejado de hierbas y flores, no dirigen su mirada al Cielo, sus oídos están sordos al canto de los pájaros, su nariz se ha hecho insensible a causa de los humos de los tubos de escape y su lengua y su paladar han olvidado los sabores sencillos de la Naturaleza. Los cinco sentidos han crecido aislados del orden natural. La gente se ha alejado dos o tres escalones del hombre verdadero”.

En este sentido, “la concienciación social y la participación activa de la población para la prevención de la destrucción desconsiderada del paisaje y su conservación es necesaria, así como la formación y educación en materias tanto ambientales como de otras disciplinas para lograr esa conexión del ser humano con el entorno que le rodea“.

En esa línea, debemos apostar por una concienciación social y participación activa e inmersiva y menos por una pasiva. Donde las personas formen parte del proceso que les permita establecer una relación directa con los paisajes ordinarios bajo una mirada amigable, que les aporte claves y experiencias para apreciarlos y valorarlos en todo su magnitud.

Los estudios muestran que la participación activa de los ciudadanos en proyectos o acciones de naturalización genera en ellos fuertes lazos de afectividad y conexión con el medio natural en el que están interviniendo. Bajo esta mirada, Nicolás de Brabandère, naturalista belga y fundador de Urban Forests, recupera paisajes degradados por medio de la participación activa de voluntarios y autoridades locales. De esta manera, genera un movimiento que Brabandère denomina la “naturaleza participativa” que permite originar cambios en las actitudes y pensamientos de las personas hacia la naturaleza.

Para reconectar a las personas con el paisaje, Brabandère utiliza el método del Dr. Akira Miyawaki. Se trata de una revolucionaria metodología basaba en aprovechar el principio de la  “vegetación natural potencial” de cualquier ecosistema para crear bosques naturales (especias nativas y/o autóctonas) en 10 años.

Miyawaki

Figura: Bases del Modelo Dr. Akira Miyawaki (Fuente: Urban Forests)

En Holanda, desde 2015, el grupo de conservación IVN Nature Education ha creado más de 100 bosques siguiendo el método Miyawaki y esperan doblar ese número para 2022. Otras organizaciones civiles están trabajando en esfuerzos similares en distintos países de Europa. Brabandère comenta que la “naturaleza participativa” y la “velocidad de crecimiento de los minis bosques” animan a la gente a participar en crear bosques para re-generar el paisaje.

Desde el curso Paisaje e Intervención Ambiental del Instituto Superior del Medio Ambiente te invitamos a la participación activa a favor de los paisajes cotidianos a través de una “naturaleza participativa” que mejore su futuro. De igual modo uno de los objetivos de nuestro curso es conocer en profundidad las herramientas para valorar la calidad visual del paisaje así como la normativa e instrumentos legales que se le aplican para educar profesionales con formación integral en este campo.

Puedes leer y comentar el artículo completo en Comunidad ISM » Blogs

Viewing all 144 articles
Browse latest View live